Pretendo crear un lugar virtual de denuncia del comportamiento incívico de la civilización que se está extendiendo a las ciudades y resto de núcleos habitados por un animal de la especie autobautizada Homo sapiens sapiens, y que yo clasificaría una nueva subespecie en Homo asapiens detritensis, El Humano que no sabe que y qué ensucia.
Lema: Todo un origen distinto, todo un final específico.
Cuento:
Un Mundo así, ¡Qué Escandalo!
Hoy me he levantado de mi mesa de dormir, me he quitado el buzo con el que arropo mi cuerpo mientras estoy con Morféo.
Desayuno como de costumbre la leche en un plato liso y me como los cereales con cuchillo y tenedor.
El aseo diario, con mi estropajo y mi lavacuerpo de pH neutro 5,5 y de efecto antigrasa me dejan la piel tersa y la cara sin legañas.
Hora de trabajar, pero antes paso por la pescadería a comprar el pan fresco y recién traído de la lonja del mar del Carrión.
Se me olvidaba pasar por la carnicería a comprar el periódico y echar la lotería.
Se termina un día de trabajo pasando los documentos del ordenador a infinidad de hojas impresas a una sola cara para que mi vista no se estropee y pueda releer los correos jocosos de los colegas.
Llego a casa y lo que pretendo es relajarme con mi tele nueva de 42''. (La anterior la deje en la basura tranquilita y desenchufada por si acaso).
Estoy en la cocina y el volumen de la tele esta tapado por el tono de la radio.
Termino de recoger la cama y quito las sábana. Sin querer se me derramó un jarrón de vino y mañana quiero la cama limpia para el desayuno.
La tele sigue hablando sola pues estoy con mi MP4 y mi música favorita, mientras friego los tiestos de la cena con este champú anticaspa de sulfato de kriptonita.
Me voy a dormir, hoy es una noche fría de verano y pongo un poco la calefacción y abro las ventanas para que se despeje el ambiente.
Tengo mi mesa de dormir abierta y ... y...
Se me cierran los ojos...
Sueño como sería un mundo más feliz que este.
Buenas noches y que el mundo sea igual.
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAhhhhhhhhhhhhhhhh.
Que pesadilla.
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