jueves, 17 de septiembre de 2009

La Vida por el retrete







¡Agua Vaaaaaaaaa!
Era el grito que se oía en la Edad media cuando desde la ventana alguien tiraba el orinal, bueno el contenido, a la calle. No existía el trono blanco de porcelana que tan buenos ratos se pasa en el.
Es levantarse cada día y lo primero que se visita y lo último que se visita al acostarse.
Es el que toma todo lo no usado por nuestro cuerpo y lo lleva... ¿Dónde?
Os escribo desde mi local que las bajantes se oyen mucho. Y se sabe cuando baja un "gordo", un "amarillo", una "duchita", un fregadero de platos, la lavadora. Y fijaros bien que son como las personas, tienen hora punta.
Espero que el del 8º no cene pesado, no sea que a la mañana siguiente reviente la bajante por el peso.
Pero ese trono está para éso, para el desecho de lo desechado por nuestro cuerpo hecho y derecho.
Mimémosle.
Gasta mucha agua.


Soluciones:


desde sistemas de doble descarga hasta instalar una cisterna moderna de 6 litros.
Que "babea" por ser nuevo o viejo: revisarle las juntas, no dejes que te gaste 200 litros al día.
Que lo vas a cambiar: Busca uno de pulsador, no necesita cisterna y con pocos litros y con más presión es capaz de llevarse más que lo que el "ojo" se dejo.


Y lo siento pero no puedo continuar, me tengo que ir a descomer...
Un saludo.
Pd: si no quieres cambiar tu trono de 12 litros de cisterna, llena de arena dos botellas de plástico de 2 litros, ahorras agua y factura.